Sierra del Malagón
Características de la ruta
- Nivel: **
- Época recomendable: Todo el año.
- Alternativas: Tiene varias formas de finalizarse que nos ofrecen diferentes recursos.
- Distancia aproximada: 8,6 km.
- Duración aproximada: Entre 2 y 3 horas.
- Material Recomendado: Calzado cómodo, agua para el inicio, luego se puede beber de la fuente de Peña Morena.
Justificación de la ruta
Discurre esta ruta por la cuerda de la Sierra de Malagón, que limita el pueblo de El Espinar al Sur; separando las Provincias de Ávila y Segovia. Se junta esta sierra con la de Guadarrama en Cabeza Lijar (1.823m.) punto también en el que confluyen los límites de las provincias de Segovia, Ávila y Madrid.
La Sierra de Malagón, forma parte del Sistema Central, como un ramal de la Sierra de Guadarrama la cual se encuentra en la parte centro – oriental de dicha alineación montañosa. El Sistema Central se alinea en dirección Este-Oeste constituyendo la divisoria entre la cuenca del Duero y la del Tajo.
Descripción de la ruta
Empieza esta ruta en la puerta del Parque Municipal Cipriano Geromini, pasamos por el parque en dirección la antigua carretera de Ávila, cruzamos ésta y ascendemos hacia la zona de Siete Picos. Nos encontramos con la pista forestal que une El Espinar y San Rafael, seguimos por dicha pista hasta encontrar una puerta canadiense donde giramos a la derecha y comenzamos a ascender suavemente por un camino de arena.
Llegamos a los depósitos de agua, que dejamos a nuestra derecha para seguir ascendiendo por nuestro camino después de pasar una cancela que evita la salida del ganado. A partir de esta puerta el camino comienza a zigzaguear a medida que vamos ganando altura hasta llegar al Refugio de Peña la Casa, un poco más arriba del refugio encontramos un excelente mirador natural desde el que podremos deleitarnos con unas impresionantes vistas de El Espinar con los Calocos de fondo.
Una vez contemplada esta impresionante panorámica, seguiremos en dirección Este por una pequeña senda que en ocasiones está poco definida. Este sendero, también va ascendiendo en zigzag hasta encontrarnos con otro camino bien marcado que se mantiene en altitud, este es el Camino del Ingeniero, por el cual seguiremos caminando por los pinares de “Aguas Vertientes”, dejando en nuestro camino parajes tales como Los Poyales y La Canaleja. Encontraremos otro sendero que cruza con el del Ingeniero.
Descendemos por esta nueva senda que nos conducirá hasta la Fuente de Peña Morena, donde podremos descansar y echar un buen trago de su agua.
A partir de este punto seguimos descendiendo pasando por las mesas y asientos de granito que acompañan a la fuente hasta encontrarnos de nuevo con la pista forestal que une San Rafael y El Espinar. Se cruza la pista y se sigue descendiendo por el camino que continua hacia Majadas Puercas y una vez que lleguemos a este paraje desviarnos hacia la derecha para finalizar nuestra ruta en el núcleo urbano de San Rafael.
Desde la pista también tenemos tres opciones para regresar a El Espinar:
- Volver siguiendo la pista forestal que une por el pinar San Rafael y El Espinar (sin desniveles, ya que la pista va paralela a las curvas de nivel), descubriendo una nueva ruta de fuentes y miradores: Peña Morena y las Barrancas, hasta llegar al punto de partida.
- Pasar la pista forestal y regresar a nuestro punto de partida a media ladera recorriendo el robledal.
- Descubriendo caminos, desde la Fuente de Peña Morena, dirección Preventorio y empalmar con otra senda hacia Peña el Gato o la Fuensanta.
Qué disfrutar obligatoriamente
El pinar
"Pinus sylvestris", cuya madera es el recurso forestal por excelencia. Sus troncos, limpios y rectos de nudos, pueden alcanzar los 40 metros de altura, y 1 metro de diámetro. La madera es compacta, blanda y resinosa, no muy elástica pero duradera.
Hasta hace muy poco estos troncos no eran el único recurso del monte, como bien sabían los gabarreros de El Espinar. Éstos recolectaban las ramas secas de los pinos y las “leñas de peso”, como son los tocones (resto del árbol que queda en la tierra una vez cortado el pino) y las teas (trozos de madera impregnados con resina que se utilizaban como antorchas). Esta labor era muy beneficiosa ya que se limpiaba el monte de leña seca, previniendo de plagas e incendios, y los huecos de los tocones favorecían el crecimiento del tocón en la tierra.
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